lunes, 26 de enero de 2009

incertidumbre.


Experimentando la incertidumbre en todas sus proporciones te das cuenta de que ella es la que manda cuando se presenta.

Si tienes algo claro y es positivo está bien, estás bien. Si es malo estás mal, pero si no lo sabes es peor. Se puede vivir estando mal y sabiendo que en un futuro próximo la situación mejorará, estar bien y saber que vas a estar peor es malo, pero no saber lo que te deparará el futuro es una tortura.

De tirar de lo que sale se harta uno, y se hecha en falta estabilidad. Estabilidad económica y estabilidad emocional, es muy bonito luchar con poco y superar adversidades con lo justo, se aprende mucho, pero ya cansa.

Hecho de menos la rutina, rutina que tanto odié en su momento. Volvería a ella con los ojos cerrados si se me diese la oportunidad, pero según a que precio. No todo vale, pero casi.

Si alguna vez dudé de algo es ahora, y ese algo está ahí y se llama YO. Lamento tantas cosas que me resulta difícil ser fiel a la idea de aceptar los hechos. Prohibido arrepentirse, prohibido lamentarse. Bonitas ideas a las que hoy no soy capaz de enorgullecer. Las doctrinas están muriendo, y me compadezco de la mía.

- Hey tío, ¿como te va?
- Pues bien, tirando, pero si tienes tiempo te cuento la verdad.


"Conocen el chiste aquel de dos señoras que están en un restaurante y le dice la una a la otra: - Aquí la comida es realmente terrible. - Si, y además las raciones son tan pequeñas... Pues así me parece a mí la vida." [Woody Allen, Annie Hall (1977)]

Si esto es solo un rato ¿por qué se empeña todo en dificultarse tanto?. Que la incertidumbre se cierne sobre los banqueros en forma de bombas lapas.