lunes, 13 de octubre de 2008

Empezamos

Esto de crecer es desconcertante.

De pequeño pensaba que cuando tuviese 21 años seria una persona muy segura, con unos conocimientos básicos suficientes para entender el funcionamiento de las cosas y su sentido. Y nada mas lejos de la realidad, el mecanismo de las cosas es tan complejo que ni siquiera el más erudito de los hombres lo puede desvelar. Los hombres nos comportamos de forma impredecible en la mayoría de las veces Somos rastreros y acabamos abatidos por nosotros mismos y nuestras pretensiones. Poco más he aprendido.

Empezar de nuevo es complicado. Poder buscarse la vida y además poder estudiar para llegar a ser lo que uno quiere es complicado. El puto estado debería de estar pagándome ahora mismo desde mi desayuno a la cerveza en el after a las 10 de la mañana. Es inaguantable. Agobiante. Se sigue porque se puede, pero por tener que trabajar este año volveré a suspender las suficientes asignaturas como para que el año que viene no me den beca. Y ya van 2 años.

Estudio "Ciencias Políticas" y no quiero ser politólogo, ya que ni ellos saben a lo que se dedican. No es que me haya perdido y no me encuentre, es que pensé que para hacer algo por este jodido mundo tenia que llegar a ser político, y como buen político odiar la política y a los políticos. Pero el politólogo no es más que un filósofo de la política, un ayudante de campaña o como mucho un respetado profesor de universidad que se dedica a redactar eminentes teorías de gran valor que solo leerán cuatro friquis expertos en la materia.

No me interesa la politologia, pero no vivo una crisis académica, sé que estoy donde tengo que estar. Acabaré siendo quien quiero ser, aunque para ello tenga que volver a limpiar los putos baños de un asqueroso tren previamente ocupado por unos seres monstruosamente guarros llamados "guiris" (tanto españoles como extranjeros). Volveré antes a repartir pizzas, y más tarde acabaré siendo de nuevo un camarero borde amigo de las propinas pero con pocas amistades. No quiero volver a trabajar, lo reconozco, sé que puede parecer que estoy loco (nótese el sarcasmo) pero lo que es realmente de locos es trabajar. No quiero que me toque la lotería, porque moriría joven y desbocado, y por eso no la compro. Quiero ser yo, en diferentes condiciones, tener 5 años más y sentirme realizado. Dedicarme en cuerpo y alma a lo que quiero y poder olvidarme de las banalidades cotidianas como comer o dormir.

"El dinero no da la felicidad, pero produce una sensación tan parecida que sólo un auténtico especialista podría reconocer la diferencia." (Woody Allen, [también atribuida a Oscar Wilde])

Es duro ser un sibarita sin dinero. Ahora entiendo a mis padres, ellos siempre han tenido buen gusto y poco dinero (algo realmente incompatible). Y como enfermedad hereditaria ahora me toca a mí padecer el mal.

Por otra parte siempre me digo: "mañana me voy a coger un tren (me da miedo el avión....) a ninguna parte y a perderme de por vida, dar la vuelta al mundo con los bolsillos vacíos y ligero de equipaje" pero hasta la fecha siempre me han faltado cojones para hacerlo. Las circunstancias nunca han sido favorables a ello, y aunque lo fueran no sería capaz. Pero juro que lo haré. Mientras llega ese momento no me queda mas que currar y currarmelo.

Es precioso vivir asustado. Con temores que te hagan sentir vivo y te espabilen. Que tras de sí traigan una corriente de vitalidad enorme y aplaste por su paso toda pesadilla. En momentos de crisis el hombre renace, volviendo así con más fuerza que nunca.

De nuevo he vuelto a la fase "reventao", la cual creí haber pasado a los 17 años. Es triste sentirse solo, pero es bueno ver las cosas desde ese punto de vista. Hacen falta turbulencias para aprender, no todo va a ser vivir enamorado recíprocamente y disfrutando de tu bienestar. Es totalmente necesario sentirse abatido para seguir evolucionando, creciendo por dentro y asimilando mejor lo que te rodea.


Lo mejor que se podría hacer ahora es descansar, pero el cuerpo me pide una cerveza.