lunes, 20 de septiembre de 2010

New wave?

El hombre encerrado en sí mismo es el mayor de todos los hombres, trístemente sólo para él, pues vive apartado del resto, en otro mundo con otras verdades, unas verdades sólo aplicables a él mismo y su propio mundo. Éste tipo de intelectual y artista queda apartado del resto.

Creemos conocer a los demás con un solo chispazo; equivocados, pues conocernos a nosotros mismos lleva toda una vida. No se puede pretender entonces conocer al resto en un instante.

Hacer cambiar de parecer a una persona puede resultar más complejo aún. No es posible hacerlo negándole sus "equivocadas evidencias". Debe consistir en transformar sus valores desde los principios más básicos a partir de lo realmente justo.
Hay razones para todo, pero no todos llevan razón, distinguir razones válidas de las injustas es algo que debe partir de uno mismo, transformando valores caducos por otros más justos, coherentes y duraderos.

La cultura del arte debe actuar como conductor para transformar las conciencias más equivocadas, no para autofelarse en círculos elitistas de artistas que usan un lenguaje indescifrable para el resto. La madurez intelectual del artista no puede ser un juguete para estimular a la élite, debe ser un arma arrojadiza que transforme valores y mejore a las personas. No desde un museo, ni desde la calle si no se hace correctamente, debe ser bajo un lenguaje accesible, sin encriptaciones para unos pocos.
Al contrario de lo que pueda parecer éste debe ser un lenguaje complejo, pero debe hallarse y que tome forma en todas las formas posibles del arte. Nunca formulado para convencer de algo, si no para demostrar valores incoherentes, injustos y caducos. Señalarlos desde su origen, analizar sus causas y justificar su desaparición de la forma más clarividente posible.

Actualmente el arte cumple principalmente la función de estimular al intelectual o entretener al medio. Esto no es algo negativo, pero si el hecho de que el intelectual sea "el menos" en realidad. Tampoco debe consistir el arte en crear una sociedad plagada de intelectuales, pero si plagar a la misma de más conciencias críticas y principios más justos y coherentes. No basta para ello con llevar el arte a la calle, pues ni artistas ni público sabrían por donde empezar.

Al igual que en "física" se trabaja por conseguir una teoría unificada que explique los grandes misterios del universo, en el arte debe hallarse el modo unificado de "educar" a la población, es la única salida para que realmente pueda triunfar algún día la verdadera democracia, esa en la que todo ciudadano es libre.

Este arte debe conseguir llegar a la vida de todo hombre y que quienes lo necesiten consigan transformar sus valores por otros con mejores principios. Mil diferentes, millones, pues no existe una verdad, pero si tenemos la capacidad de identificar cuales son los principios caducos, productos de una inercia histórica arraigada en valores y costumbres que en la actualidad no tienen razón de ser. La dictadura de los valores preconcebidos por que lo estaban de antes tiene que acabar.

El ataque a las conciencias debe de producirse en el mismo receptor, nunca desde la propia emisión del mensaje de la obra. Ésta debe ser una de las principales rupturas con respecto al arte contemporáneo. Si la idea de la obra es agresiva contra la conciencia o los valores del receptor, éste los repelerá y no dará lugar a la reflexión interna ni la autocrítica, pues el mensaje quedará invalidado para él desde el momento en que se sienta agredido.
Ridiculizar creencias religiosas es un buen ejemplo de ello.

Tampoco se puede pretender ser correcto con todo, pues ciertas realidades sociales son abiertamente detestables y facilmente criticables pero en estos casos tampoco se puede caer en repetir perennes discursos. No se pretende arreglar a nadie, si no hacer que él mismo se arregle.
Discursos antirracistas, contra el maltrato de género o sobre la sensibilidad medioambiental se entienden parcialmente desgastados y superados, no se trata de abarcar problemas concretos, si no en crear pilares de valores humanos en los que éstos no puedan tener lugar y se caigan por si mismos.

Si alguien tiene dudas sobre cuales son esos principios justos, coherentes y duraderos es fácil, para gente como él este lenguaje debe hacerse posible cuanto antes.