sábado, 7 de febrero de 2009

Duda.


Quizás motivado, quizás no. Posiblemente con mas ganas, posiblemente con las mismas ganas que ahora, que son ninguna. Puede ser que con mas frescura, puede ser que no. La vuelta podría ser aclaratoria o perturbadora.

Quizás la duda, a lo mejor prefiero quedarme con ella, al fin y al cabo siempre estuvo ahí, impregnando, a cada paso que yo daba, el camino. Huir es de cobardes y seguir mal de gilipollas, pero la duda persistirá. Puede ser que todo hubiese mejorado, quizás a peor ya no pudiese ir mas, quien sabe, quizás si, la duda lo sabe. O no, puede ser que ella tampoco sepa nada.
Si a cada paso que damos nos tropezamos diez veces que sentido tiene seguir el mismo camino... Puede ser que ya sea hora de elegir destino, uno de verdad, coherente y viable. Nada de improvisación o quizás todo improvisado, de nuevo la duda. Aún no elegí nada, pero parece que el plazo acaba pronto, y con las fechas el tiempo es estricto, siempre pasa a la misma velocidad y siempre hacia delante. Siempre empieza y siempre acaba las cosas. El tiempo y la duda no se llevan bien.

Esperaba que el destino se aclarase solo, que apareciese en mi camino en forma de bache, que lo inundase todo y diese sentido al tiempo y a su paso, al principio y al fin de las cosas.
Una vida no se escoge en un momento, o quizás si. De nuevo la duda.