sábado, 15 de enero de 2011

Romper el puzle


Hay quien piensa que no es capaz de encontrar su lugar en este mundo, pero la culpa no es de ellos, sino del asfixiante mecanismo económico global. Las mentiras e injusticias son la norma, y quien sigue la norma es normal, pero quien no encuentra su lugar es porque basa su vida en ciertos principios que difieren con los del funcionamiento global.
Cualquiera puede llegar a conocer la forma de su pieza, pero corre el riesgo de descubrir que su pieza sea imposible de encajar en el puzle. Cuando esto pasa una vez se considera una anomalía, es la prueba de que esa persona no es capaz de adaptarse a este medio artificial en el que nos situamos.

Este mecanismo injusto y basado en el continuo y apabullante consumismo nos ha llevado a un estado en el que se generan guerras por hacerse con los recursos necesarios para no dejar de consumir y seguir inflando el globo.

Pasamos de que nuestros gobiernos regulasen las actuaciones de las empresas a que sean las empresas las que regulan a nuestro gobierno. Esto nos lleva a pensar que nuestro poder de elección se queda en algo menos que nada. Todos nuestros medios se basan en la publicidad, publicidad que nos lleva a consumir. El mercado regla nuestro funcionamiento. A priori parece que ante esto no hay nada que hacer, pero nada más lejos.

Actuar con coherencia bajo este razonamiento parece imposible, vivimos sobreinformados, y no hay más desinformación que la información a grandes dosis, más aún cuando la gran mayoría de los títulares hablan de banalidades y desgracias, pero rara vez conocemos la raiz de los problemas.
La raiz del problema no es un secreto para quien lo quiera encontrar, pero ¿quien quiere?. Wikileaks está haciendo un trabajo increíble por desentrañar esa raíz, en eso consiste el periodismo, en llevar a las masas la verdad de las cosas, esclarecer las causas de nuestras desgracias y una vez destapada esta información cada pueblo es libre de actuar como lo desee, pero esta vez con libertad.



Ahora te vigilamos a ti, y aunque tú nos sigas vigilando no hay vuelta de hoja. Las masas actúan de forma estúpida en las democracias liberales cuando no conocen los verdaderos intereses de sus gobiernos o la influencia de las multinacionales en ellos, ahora esto no es así, las reglas han cambiado. Realmente espero que mi país se levante en algún momento ante la evidencia y exija una gestión más justa, basada en valores reales. Realmente lo espero.

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